Huno odiaba los libros y el mundo. Estaba enojado porque alguna vez
le obligaron a leer, y buscaba su venganza lleno de rabia. Por eso,
cuando se enteró de que en una antigua biblioteca se ocultaban los
peores libros del mundo, decidió no parar hasta encontrarla. Pensaba
hacerse con el peor de todos, para obligar a leerlo a todos sus
enemigos, y a todo el mundo.
Viajó por todas partes revisando libros y mapas, visitando antiguas
ruinas, siguiendo pistas mágicas y enigmas misteriosos. Escapó de
ladrones de tumbas y contrabandistas, encontró pergaminos perdidos,
cruzó islas y volcanes hasta que, finalmente, descubrió la antigua y
abandonada biblioteca.
Ninguno de los cientos de libros que encontró allí tenía título.
Tendría que empezar a leerlos para elegir el peor, y Huno abrió el
primero. Era un libro de aventuras. Como a Huno le gustaba todo lo que
tuviera que ver con viajes y aventuras, leyó varias páginas seguidas.
Para cuando se dio cuenta de que aquel no podía ser el peor libro del
mundo, estaba tan metido en la historia que ya no pudo dejar de leerlo.
Al día siguiente Huno tomó otro libro que atrapó su imaginación aún
más que el anterior, tal y como ocurrió también un día después. Y así,
cada día, tomaba un libro con la esperanza de encontrar el peor libro
del mundo, pero terminaba leyendo un apasionante libro de aventuras
hasta bien entrada la noche. Pasó varios años leyendo, disfrutando tanto
que llegó a olvidar por qué estaba allí, hasta que encontró, casi
escondido, un libro distinto.
Cuando lo abrió, leyó la única frase escrita en la primera hoja:
“Este es el peor libro del mundo” ¡Por fin! ¡Lo había encontrando!
Impaciente, pasó la página para empezar a leer.
Pero la página estaba vacía, y también la siguiente, y todas las
demás hojas del libro. Al verlas así, abandonadas, esperando tener una
historia que contar, Huno sintió una gran pena. En el fondo, tenía
tantas ganas de seguir leyendo que comprendió que era verdad que solo un
libro sin escribir podía ser el peor libro del mundo.
Pensó entonces que había llegado su momento y, tomando la pluma,
comenzó a escribir todas sus aventuras para llenar aquellas páginas en
blanco. Escribió durante días y días, dando lugar a un libro increíble.
Pero no le puso título y, cuando terminó, lo colocó entre los demás y
fue a comprar un libro vacío. De vuelta en la biblioteca, escribió la
primera hoja del libro vacío: “Este es el peor libro del mundo” y lo
dejó como él lo había encontrado. Y salió de allí esperando que el
próximo visitante de aquella mágica biblioteca tuviera una apasionante
historia que contar.
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Bienvenidos a este nuevo blog creado con el fin de dar a conocer todas las actividades que se realizan en nuestra biblioteca escolar del CEIP Nuestra Señora de los Remedios de Ibros.
viernes, 10 de abril de 2015
En busca del peor libro del mundo
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